Con la cabeza al revés...

Sacando ideas de no sé donde...

11 diciembre 2005

Palabras pasadas.

Y si he de combatir con mi pluma esta vez,
por aquél símbolo de letras, de saber.

Ése hombre de rasgos duros, de lucha por su convicción. Don Pablo Neruda ha de ser éste señor.

Huyó por lugares vírgenes a su conocimiento. Las manos de desconocidos lo acogieron, sin negación.

Todo esto ha de ocurrir por la mala intención,
de Gabriel Gonzáles Videla, su exiliador.

Pero aún bajo aquél tiempo de nubes negras a su alrededor. Dejó el mayor orgullo, su legado de versos.

Como no he de utilizar mi tiempo para alabar...
...a uno de mi ídolos, Pablo Neruda.





*Texto antiguo, sacado de la misma libreta anteriormente nombrada.

Centro de pago.

Llovizna, cielo gris. Pavimento húmedo. Fila. Un viejo enfrente y un universitario atrás. Hora y media. Avanza. 11.30. Avanza. Pito de las doce. Universitario, romance en silencio. Avanza, avanza. Él, bajo, un poco más alto que yo. Un poco robusto. Avanza. Me observan y observo. Avanza. Un joven de mi edad me sonríe, mirándome como ilusionado. Avanza, avanza. Una vieja cuenta anécdotas, casi muere aplastada por un poste en la PANAMERICANA, choque de un auto. Hizo parar una micro para que se subieran todos los estudiantes. Otras señoras que la acompañan afirman. Avanza. Padre joven con una pequeña, preocupado porque la pierde de vista. Avanza, avanza. Mujer mayor se fija en los zapatos. Avanza, avanza, avanza. Dos cajeras atendiendo. Oficina amarilla. Timbre. Gracias.





*Notas sacadas de una vieja libreta, un simple día pagando cuentas y yo anotando todo.

Muletas.

A las 6.05 de la mañana difundo todo acerca de mi minusvalidez creativa. Porque sí, esto fue lo único que se me ocurrió a esta hora.